El científico Juan Carlos Izpisúa Belmonte, que firma hoy con el Ministerio de Sanidad y la Generalitat su incorporación al centro catalán de investigación en células madre, no abandonará su laboratorio del Instituto Salk de California. Durante un periodo indefinido trabajará a caballo entre California y Cataluña, aunque el investigador no descarta que dentro de unos años, si el centro barcelonés se consolida en el panorama internacional, pueda desplazarse a España definitivamente.
Izpisúa ha decidido aceptar la propuesta española pese a no haber conseguido todas las condiciones en las que ha insistido a lo largo de la negociación. El Gobierno y la Generalitat no le han garantizado una financiación estable para los proyectos de investigación a medio plazo, ni que España se sume a una red internacional de células madre impulsada por el Instituto Salk, ni qu e las investigaciones en células madre se vayan a insertar en un plan global de investigación en biología del desarrollo y regeneración de órganos.
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El Instituto Salk ha formado una red de células madre con la Universidad de Columbia (Nueva York), el Instituto Karolinska (Estocolmo), el Instituto Riken (Tokio) y la Universidad de Harvard (Boston). El científico insistió ayer en su intención de incorporar a España a esa estructura.
Tampoco ha recibido Izpisúa una garantía de financiación estable. El Gobierno aprobó el viernes dos partidas -de nueve millones de euros cada una- para los proyectos catalán y andaluz de células madre, pero la ministra no se ha comprometido a fijar una financiación a medio plazo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de julio de 2004