La organización ecologista Greenpeace presentó ayer su informe anual sobre las costas en el que alerta de la grave situación del litoral andaluz por la saturación urbanística, contaminación, destrucción de espacios naturales y erosión que atribuye en buena medida al modelo de desarrollo del turismo de sol y playa seguido en los últimos años.
Así, el informe lamenta que muchos municipios costeros han descuidado en sus planeamientos urbanísticos cuestiones relacionadas con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, y de sus patrimonios social, cultural y ambiental. Cita como caso más llamativo el de Marbella, donde la Junta ha impugnado más de 200 licencias de obras en los últimos años, se han perpetrado numerosas ilegalidades urbanísticas y el 80% de la franja costera del término municipal está urbanizada.
Pero sostiene también que hay otros municipios donde se han aprobado numerosas modificaciones a los planes urbanísticos para seguir ocupando masivamente la costa, entre los que cita Mojácar, Benalmádena, Vélez Málaga, Rincón de la Victoria, Málaga, Barbate, Conil, El Puerto de Santa María y Cartaya; y llama la atención sobre la presión que existe para urbanizar en el entorno del parque natural de Cabo de Gata-Níjar.
Según la organización ecologista, el resultado es un litoral erosionado, con graves problemas de contaminación, que acabará pasando factura a la industria turística que empieza ya a notar un descenso de visitantes.
Greenpeace alerta también sobre los altos grados de contaminación y recuerda que ninguna población trata integralmente sus aguas residuales, y señala especialmente el caso de Algeciras.
En cuanto a playas, el informe destaca el mal estado de las de El Cable, Carchuna y Torrenueva, en Motril, por la contaminación de sus aguas, y siete de Málaga que entiende no cumplen los valores sanitarios de la Unión Europea: Arroyo Vaquero y La Galera-Dorada (Estepona), Calahonda en Mijas, El Morche, Ferrara y Peñoncillo, (Torrox) y Torre del Mar (Vélez Málaga).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de julio de 2004