Ocho festivos de apertura comercial y un mínimo de 72 horas semanales. Ésas son las cifras básicas sobre las que pivotará la nueva normativa comercial, que el ministro de Industria y Comercio, José Montilla, dará a conocer mañana a los responsables autonómicos de comercio. El Ejecutivo ha optado finalmente por una ley de mínimos -12 festivos que podrán ser ocho en función de las necesidades comerciales de cada comunidad- y traslada a las comunidades la decisión final de fijar las aperturas de comercios en días festivos y de establecer sanciones.
El Gobierno ha remitido ya al Consejo Económico y Social (CES) el anteproyecto de ley comercial, que fija, a efectos prácticos, un mínimo de ocho festivos comerciales y de 72 horas semanales. Es decir, mayores restricciones que el anterior modelo del PP, que establecía 12 festivos y 90 horas semanales con posibilidades de ampliar la liberalización en 2005.
Tras el pulso mantenido con el vicepresidente Pedro Solbes -partidario de mantener el statu quo del sector-, el ministro de Industria y Comercio, José Montilla, detallará mañana las novedades en una reunión con los responsables autonómicos de comercio. Se trata de una solución mixta: el texto legal establece "un mínimo de 12 domingos y festivos" en los que las tiendas podrán permanecer abiertas, como defendía Solbes. Inmediatamente, añade que esa cifra podrá reducirse a ocho en función "de las necesidades comerciales" de cada comunidad. Un cajón de sastre que, a la postre, deja total libertad a los Gobiernos autonómicos a partir de los ocho festivos que aparecían en el programa electoral del PSOE.
Lejos queda ya la liberalización total prevista por el decreto-ley aprobado por el Gobierno del PP en 2000. "Puede haber matices, pero todas las comunidades -incluidas las del PP- han mostrado su intención de establecer un mínimo de festivos comerciales. Incluso Madrid", explicaron fuentes del ministerio. El proyecto de ley establece una salvedad para evitar suspicacias: las fechas de los festivos "deben atender al atractivo comercial", para evitar que las comunidades impongan días poco favorables a las ventas.
Críticas
El anteproyecto ha recibido ataques desde diversos ámbitos. La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) aseguró que supone "un paso atrás" para la libertad de empresas y consumidores. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se mostró a favor de una mayor libertad de horarios. La nueva normativa establece también la libertad de horarios comerciales para los establecimientos de menos de 300 metros cuadrados que no pertenezcan a grupos, pese al rechazo de la Confederación de Comercio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de julio de 2004