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OPINIÓN DEL LECTOR

Esperpento

Quisiera dirigir estas líneas a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid. No sé si conocen las condiciones en las que se han celebrado en la región las oposiciones a enseñanza secundaria en la materia de Educación Física. Seguramente no y, por ello, me detengo a explicárselo. Además de organizarse mal, en unas circunstancias de masificación que indignaron a los opositores, el sistema de evaluación puso la guinda al esperpento.

Aunque desestimado -por obsoleto y, sobre todo, injusto- el modelo madrileño en otras comunidades autónomas, en esta región se evaluó a los opositores concediendo la principal parte de la nota a las pruebas físicas, en detrimento del programa teórico y de la exposición de la programación.

Es decir, que la mayor parte de los aspirantes fue eliminada por no hacer correctamente el pino, fallar en una entrada a canasta o tirar al poste un lanzamiento de balonmano. Pero ¿no se debe valorar a un futuro profesor en un centro público por su calidad docente? Pienso en los padres de los alumnos que deben saber que los futuros profesores de sus hijos van a ser robocops, con independencia de que tengan, o no, el menor talento para la docencia.

¿No sería más lógico evaluar a estos futuros funcionarios públicos combinando, en proporciones iguales, talento físico, docente e intelectual? ¿Por qué no se sigue la línea iniciada por otras comunidades autónomas? ¿Quizá sea porque sus colaboradores en esta materia no poseen un criterio docente? ¿O es que se pretende privilegiar un modelo de examen más subjetivo para colar a determinados aspirantes?

El sistema resulta tan injusto que este hecho fue reconocido por miembros de los tribunales y, en concreto, alguno de los presidentes ni se atrevió a dar la cara para explicar sus calificaciones. Profesionales que llevan más de veinte años trabajando en el INEF se lamentan de que a sus antiguos alumnos se les examine como "monos de feria".

Señora Aguirre, resulta de dominio público (y se le nota cuando habla de ello) que nunca ha sabido de deportes (aunque dicen que es una buena practicante), pero por los menos asesórese. Y entérese de lo que está pasando.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de julio de 2004