La presencia de inmigrantes es un acicate para la evolución económica y productiva en la Comunidad de Madrid, adonde los extranjeros comunitarios se desplazan por motivos laborales y ocupan puestos de trabajo considerados como muy cualificados, mientras que los no comunitarios se concentran en el sector servicios, sin especialización concreta y en puestos de baja cualificación. Es la conclusión del informe Inmigración y sistema productivo en la Comunidad de Madrid, presentado ayer por los consejeros de Economía e Innovación Tecnológica y de Familia y Asuntos Sociales, Fernando Merry del Val y Beatriz Elorriaga, respectivamente, y la catedrática de la Universidad Complutense de Madrid Aurora García Ballesteros.
El crecimiento del número de extranjeros en la región ha ido parejo, además, a la actividad empresarial que emprende este colectivo, la cual se incrementó un 61,6% en los dos últimos años, de acuerdo con el censo de matrículas del IAE (impuesto de actividades económicas).
El estudio vincula las crecientes cifras de ocupación y el descenso en el número de parados a la llegada de inmigrantes, que se cifran en la Comunidad de Madrid en más de 700.000 personas. Así, se concluye que sin la incorporación de la mano de obra extranjera al mercado regional no se habría podido abastecer ésta del número de trabajadores que la región ha demandado en los últimos años.
Respecto al perfil de la inmigración extranjera asentada en la Comunidad, el informe indica que hay una desigual concentración territorial, cada vez mayor heterogeneidad en las procedencias (aunque con clara preeminencia de los ecuatorianos) y predominio de un estatus social medio y alto.
Igualmente se subraya que la formación de partida con la que llegan los extranjeros es muy diversificada, sin que exista una correspondencia entre la misma y el trabajo que desempeñan luego en la región de acogida: un 41,2% de los trabajadores extranjeros en la Comunidad de Madrid ha realizado estudios medios, y un 40% tiene formación superior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de julio de 2004