Un museo del modernismo en general y de Antoni Gaudí en particular. Ésta es la forma definitiva que adoptará la Capsa Gaudí, el proyecto estrella del Ayuntamiento de Reus (Baix Camp) presentado en 2002 pero que hasta ayer estaba sin concretar. Este centro, que podría estar listo a finales de 2006, costará 4,3 millones de euros, de los que el consistorio aportará 3,3 y buscará patrocinio o ayudas para el resto.
Las obras deberán transformar un polémico edificio de mediados de siglo XX que desentona con la estética conjunta de la plaza del Mercadal -la principal plaza de la ciudad- y que ha estado ocupado durante décadas por una sede bancaria. Ésta será la sede de un centro que explicará al visitante el universo gaudiniano, la relación del arquitecto con Reus -allí se educó y pasó los primeros años de su vida- y también cómo era la capital del Baix Camp en 1852, fecha de nacimiento del creador de la Sagrada Familia.
Pese a no contar con ningún trabajo de Gaudí, Reus dispone de un amplio patrimonio arquitectónico modernista: son obras cumbre de Domènech i Montaner la Casa Navàs -a pocos metros de la Capsa Gaudí- y el hospital psiquiátrico Pere Mata -precedente del hospital de Sant Pau de Barcelona-, entre otros edificios. Según explicó ayer la concejal de Promoción de la Ciudad, Teresa Pallarès (PSC), con el centro dedicado a Gaudí se pretende potenciar el conjunto patrimonial modernista y las actuales rutas turísticas que permiten visitarlo (realizan este recorrido una media de 23.000 personas al año). Las previsiones de Pallarès para la Capsa Gaudí son de 50.000 visitas al año.
En este espacio, los visitantes encontrarán una exposición interactiva que les introducirá en el mundo de la arquitectura de forma genérica y les permitirá explorar los detalles de 15 maquetas de diferentes edificios modernistas singulares. Si bien la Capsa Gaudí centralizará la oferta turística modernista existente en Reus, no tendrá en cuenta la casa familiar de los Gaudí del vecino municipio de Riudoms ni se coordinará con ella. Actualmente esta casa está totalmente restaurada y ofrece una visita que incluye, por ejemplo, el taller donde el padre de Gaudí, que era calderero, trabajó durante décadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de julio de 2004