El pasado día 21 la Generalitat envió al Parlamento un proyecto de ley para regular las uniones entre homosexuales tomado como modelo la legislación sobre uniones entre homosexuales que tiene Suecia, anunciando que pretenden superarla y convertirla en la ley más avanzada de Europa.
¿Por qué Suecia supone para la Generalitat una referencia y ejemplo de liberalización en muchos asuntos y, por el contrario, en materia comercial reniegan de su modelo, netamente liberalizador, aplicando una política absolutamente intervencionista que ha contado con el rechazo hasta de la Comisión Europea? Los avisos que se han ido dando desde distintos foros nacionales e internacionales sobre el peligro que para la economía catalana supone esta política restrictiva parecen caer en saco roto. Está claro que en el asunto de la liberalización de horarios comerciales no son suecos, se lo hacen...-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de julio de 2004