Joan Ignasi Pla consiguió su objetivo. Más del 80% de los votos de los delegados respaldaron su candidatura para seguir en la secretaría general del PSPV durante otros 4 años. El 17,7% de los delegados se abstuvieron. Un porcentaje que hay que buscar, según diversos observadores, entre los seguidores del ex vicesecretario general José Luis Ábalos y de Ciprià Ciscar, pese a que éste votó a favor de Pla. Los socialistas consideraron suficiente la alternativa del Gobierno al PHN.
El amplio apoyo alcanzado por Pla, más que suficiente según sus seguidores, es, sin embargo, 16 puntos menor que el alcanzado el pasado viernes en la votación de la gestión de la ejecutiva saliente. Este diferencial no es relevante en un congreso donde todo discurre, por primera vez en mucho tiempo, dentro de la normalidad y sin más tensiones que las que se derivan de la gestación de la ejecutiva, que siempre resulta complicada en los congresos socialistas. Los delegados del PSPV mantuvieron su apoyo sin fisuras a la política hidrológica del Gobierno y no adoptaron ninguna resolución exigiendo el mini trasvase del Ebro a través del canal Xerta-Càlig ni mostraron de forma oficial su oposición al intento castellano-manchego de paralizar el Tajo-Segura. Sin embargo, todo lo que evitaron que constara por escrito lo defendieron verbalmente de forma vehemente. Un portavoz del PSPV aseguró que la Comunidad Valenciana no tendrá problemas de abastecimiento de agua; pero si los hubiere reclamarán donde haga falta: Cataluña o Castilla-La Mancha. Al cierre de esta edición, Pla seguía manteniendo reuniones para elaborar su ejecutiva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de julio de 2004