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OPINIÓN DEL LECTOR

Miedo en Periana

Miedo me da volver otra vez a mi pueblo, que es Periana (Málaga). Todavía conservo el pánico que sentí una noche hace dos semanas. Estaba, en compañia de una hermana, en la quietud y el silencio de la noche, cuando un ruido atronador de motores recorrió la calle donde vivimos. En principio creímos que eran motoristas, que sin respetar leyes, ni formas hacen alarde de su bien de consumo yendo a escape y formando el máximo ruido en esa calle, que como es cuesta abajo favorece su espectáculo. No, no eran motoristas; eran dos coches compitiendo el velocidad y en maniobras como si se tratara de una persecusión. Con miedo me asomé a la puerta y pude llamarle la atención. Creí que no los oiría más, pero al rato los sentí más alejados y esperando que pasaran por mi puerta me preparé con la cámara para fotografiarlos y denunciarlos. Se quedaron en la esquina; no tuve oportunidad. Me pregunto: ¿por que se consiente esta barbarie que puede llegar al homicidio?, ¿las normas de circulación no son para todos?, entonces, por que se consiente que los motoristas -casi todos muy jovenes o adolescentes- no respeten la velocidad, no lleven cascos y vayan armando todo el ruido que les de la gana. Esto no contribuye ni al bienestar común que todos pretendemos, ni a la imagen cívica que debemos dar, ni a la atracción que por nuestras tierras sienten los europeo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de julio de 2004