Los miembros de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que tenían como confidente a Rafá Zouhier, encarcelado por su implicación en los atentados del 11-M, le preguntaron un día después de la masacre de Madrid si sabía algo. "¡Yo! ¿Qué voy a saber?", les contestó, según explicaron ayer ante la comisión de investigación el capitán Paco y el alférez Víctor. "Ni la mente más perversa podía imaginar entonces que la dinamita de la que nos había hablado un año antes [Zouhier] tuviera alguna relación con el 11-M", dijo en el Congreso el jefe de la sección de fuentes de la UCO.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de julio de 2004