El Barça pierde ante el Samsung su primer partido en Asia

Para el partido de ayer noche contra el Saamsung de Suwon, Frank Rijkaard lo tenía claro: quería "un partido divertido", que ayudara al Barça a ponerse a punto. Ni así se dejaron los coreanos. Al finalizar el encuentro, los únicos que parecían divertidos de verdad eran los jugadores del equipo rival, que saboreaban el solitario tanto que les había dado la victoria como niños con zapatos nuevos.

Rijkaard planteó el primer partido de la tournée asiática como una continuación lógica del final del curso pasado. Presentó un equipo con una espina dorsal conocida de todos: Puyol y Oleguer en la defensa; Xavi, director de la medular, acompañado de Gerard y Van Brockhorst, y Ronaldinho adelantado a su aire, haciendo de enganche con la delantera. Asimismo, el técnico presentaba de golpe a todos los nuevos fichajes disponibles, sin Deco lesionado: Belletti y Sylvinho en los flancos de la zaga, y Giuly y Larsson en el ataque. Pronto se vio que el experimento está todavía muy verde. Sólo Ronaldinho logró atisbos de diversión en el primer acto. En el segundo, Rijkaard hizo cambios. Ronaldinho quedó más en punta, pero la dinámica del partido no cambió. Cuando el encuentro ya estaba para saldar, el serbio Urumov se sacó de la manga un buen gol de falta, y luego todos a correr. El partido fue cuesta abajo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de julio de 2004