La celebración del Jacobeo convierte a Galicia durante el próximo mes de agosto en un escaparate del arte universal. Desde las piezas de varios milenios antes de Cristo, que pueden verse en Siete mil años de arte persa en el Museo Diocesano de Santiago, hasta el catálogo de artistas contemporáneos, que integran la colección del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) de la capital gallega, es posible encontrar un amplio abanico de propuestas. Otras ciudades gallegas se suman a la intensa actividad expositiva en el Año Santo con un programa muy atractivo, con hitos como la muestra sobre el surrealismo en la Fundación Barrié de A Coruña, la 28ª Bienal de Pontevedra y The Last Picture Show en el Marco de Vigo.
Dar a conocer al público parte de la colección del CGAC y mostrar la variedad de tendencias de los artistas que han estado presentes en los más de diez años de historia del centro es el objetivo de La tela de araña, que se extiende por todos los rincones de las tres plantas del edificio diseñado por Álvaro Siza. Pinturas, esculturas, fotografías, vídeos e instalaciones de artistas con estilos y motivaciones muy distintas entre sí nos ofrecen un recorrido muy ilustrativo por el arte contemporáneo.
Las esculturas de Antony Gormley y Stephan Balkenhol conviven con vídeos y fotografías de jóvenes artistas gallegos, españoles e internacionales. El gran mérito de esta muestra es que la cuidada disposición de las piezas permite que el resultado final no se haya convertido en un totum revolutum, al contrario, aunque no existe una unidad cronológica o temática en la disposición de las obras, éstas acaban por interactuar sin estridencias entre sí.
Muchas de las piezas expuestas fueron realizadas específicamente para los espacios del CGAC y en otras ocasiones los artistas internacionales que visitaron el centro vincularon sus obras a la cultura y la tradición gallegas. Tal vez estos son factores que contribuyen a dar al conjunto de la exposición esa rara unidad, que nadie podría decir sobre qué se sustenta. Entre el amplio abanico de artistas presentes podemos citar a Richard Tuttle, Mona Hatoum, June Bum Park, Ernesto Neto y a los gallegos Ignacio Basallo, Antón Lamazares, Francisco Leiro y Manuel Moldes.
La oferta en Santiago es muy amplia, especialmente en el apartado de muestras relacionadas con el culto al apóstol y las peregrinaciones, aunque sea de forma tangencial. Así, el Museo de las Peregrinaciones exhibe fotografías de Cristina García Rodero, que con su maestría habitual ha captado en toda su intensidad los momentos más intensos de una fiesta que se celebra cada 25 de julio en Haití, donde se mezclan el sentimiento religioso y la práctica del vudú para presentar ofrendas a Santiago Apóstol, aquí convertido en el dios guerrero Lwa Ogou. Otras exposiciones de interés con el apóstol y el camino como elementos centrales son Santiago y la Monarquía de España, en el Colegio de Fonseca, y En olor de Santidad. Relicarios de Galicia, que puede verse en la iglesia de San Domingos de Bonaval.
En Pontevedra puede visitarse durante todo el mes de agosto la 28ª Bienal, que tiene como leitmotiv el tema del viaje y reúne a jóvenes artistas de toda Europa especialmente interesados en la aplicación de las nuevas tecnologías al arte contemporáneo. El Pazo de Cultura, la Facultad de Bellas Artes y el Instituto Valle-Inclán son las sedes de la bienal. La presencia de creadores españoles y portugueses es mayoritaria en un evento que se ha internacionalizado definitivamente.
El Marco de Vigo también apuesta por los nuevos valores en la muestra Bad Boys, con la que se acerca a la obra de la nueva generación de videoartistas españoles, representada por nombres como Manu Arregui, Carles Congost, Sergio Prego o Fernando Sánchez Castillo. Este mismo centro acoge también The Last Picture Show, la muestra que recoge trabajos fotográficos de artistas como Sol Lewitt, Bruce Nauman, Gerhard Richter o Andy Warhol. También en Vigo, la Fundación Laxeiro presenta hasta mediados de septiembre los últimos trabajos del artista gallego Jorge Castillo.
Por su parte, la Fundación Caixa Galicia de A Coruña trae por primera vez a España medio centenar de dibujos de reconocidos maestros italianos reunidos en la muestra El trazo de los maestros. De Guercino a Canova. En la Fundación Barrié de la capital coruñesa también puede visitarse Max Ernst y sus amigos surrealistas, que repasa la historia del surrealismo desde sus balbuceos hasta la actualidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de julio de 2004