Las labores de derribo del árbol de Gernika, muerto a finales del pasado año tras casi siglo y medio de existencia, comenzaron ayer en presencia del lehendakari Juan José Ibarretxe. Los trabajos se desarrollarán de manera controlada con la poda de las ramas principales y la conservación, para su exposición, de parte del tronco principal. Las Juntas Generales de Vizcaya mantendrán cerrada la zona, que deberá regenerarse completamente, y para finales de año se espera plantar el nuevo roble de la Villa foral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de julio de 2004