En el clímax de la gran fiesta del Partido Demócrata de EE UU en Boston, el candidato a las presidenciales del próximo 2 de noviembre, John Kerry, proclamó en la madrugada de ayer su primer gran compromiso electoral: "Recuperar la confianza y la credibilidad de la Casa Blanca". Kerry acusó abiertamente a George W. Bush al término de la convención demócrata de utilizar el patriotismo de forma partidista. "Cuando sea presidente", aseguró en medio de una lluvia de globos de colores y un huracán de confeti, "seré un comandante en jefe que jamás llevará a este país a la guerra con engaños". Kerry desgranó duras críticas contra la Administración de Bush en su discurso de aceptación de la candidatura a la presidencia, pero también se mostró dispuesto a incluir en su Gobierno "a gente de talento, demócrata o republicana, para encontrar un terreno común y no marginar a nadie".
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De la mano del aspirante a la vicepresidencia, John Edwards, Kerry se ha lanzado a una intensa campaña en la que recorrerá 40 ciudades en 21 Estados durante los próximo 15 días. El candidato republicano a la reelección, mientras, se disponía ayer a recuperar la iniciativa política. Frente a las "grandes promesas" de Boston, Bush volvió a ofrecer "un país más seguro" para los próximos cuatro años. La primera encuesta tras la convención daba ayer a Kerry una ventaja de cinco puntos frente a su rival.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de julio de 2004