Unanimidad. Tribunal, jurado popular y público coincidieron en su veredicto: la violencia es culpable del sufrimiento de millones de personas y ésta tiene su origen en el modelo de dominación patriarcal perpetuado por los hombres a lo largo de la historia. Ayer se representó en el Foro Mundial de las Mujeres, que se celebra en Barcelona dentro del Fórum, un juicio a la violencia. Era ficticio pero contó con todos los ingredientes de cualquier proceso judicial, salvo el acusado, representado por un silla vacía. Los cargos contra la violencia eran por asesinatos, homicidios, infanticidio femenino, partos mortales, mutilación genital, coacciones, éxodos, enfermedades psíquicas y físicas... que sufren las mujeres en especial pero también niños y ancianos de gran parte del planeta.
Tres testigos y dos documentales repletos de cifras sobre la violencia doméstica, los millones de refugiados y desplazados por las guerras, el incumplimiento de los acuerdos internacionales o la situación del continente africano, entre otros, fueron presentados por el ficticio ministerio fiscal como pruebas. La fiscal aseguró que tratarían de probar que los actos violentos no son tan arbitrarios como parecen sino "un instrumento para mantener la dominación y desigualdad del género femenino".
La defensa, que ejercía de abogado del diablo, declaró inocente a su cliente al que consideró un "chivo expiatorio de un juicio simbólico que se debería haber celebrado hace muchos años". También criticó que "los cargos se dirigen sólo contra las violencias que afectan a las mujeres pero dejan de lado a la que sufren los hombres". Miguel Sánchez, presidente del colectivo de hombres contra la violencia de género, quiso dejar constancia de que "se debía haber juzgado al patriarcado y sus causas, ya que la violencia es un instrumento ilegítimo para mantener la dominación del hombre sobre la mujer".
Al final, como en los juicios reales, el tribunal (formado por tres magistrados) sentenció que "la aceptación de este modelo y su perpetuación histórica ha deshumanizado al género masculino" al que condenó a "la igualdad paritaria con el femenino".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de julio de 2004