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Reportaje:

Londres, sólo para mayores

Una orden prohíbe a los menores de 16 años andar solos por el centro de Londres a partir de las nueve

Los menores de 16 años van a verse las caras con los agentes de Scotland Yard si frecuentan el centro de Londres sin ir acompañados de un adulto. A partir de las nueve de la noche tendrán prohibido acercarse a una amplia zona de la capital que incluye enclaves turísticos como Oxford Circus, Picadilly, la estación de Victoria y Trafalgar Square. Con este extraordinario toque de queda anunciado el jueves, la Policía Metropolitana intentará combatir el gamberrismo y el abuso del alcohol y las drogas por parte de los adolescentes.

En principio, cualquiera que incumpla la norma podrá ser detenido. Sin embargo, la policía centrará sus esfuerzos en los niños solitarios vulnerables y en las cuadrillas de jóvenes alborotadores de comportamiento "antisocial". Si hacen caso omiso a la orden de dispersarse, un agente de policía los conducirá personalmente a sus domicilios.

La medida responde a una auténtica cruzada emprendida en el Reino Unido en contra de los "elementos antisociales"; léase los gamberros que "alarman, molestan y disgustan" a sus conciudadanos. La lideran el propio Tony Blair y su ministro del Interior, David Blunkett. En una intervención reciente, el primer ministro laborista atribuyó al "liberalismo de los años sesenta" la aparición de "un grupo de jóvenes sin disciplina paternal ni sentido de la responsabilidad". "La gente quiere normas, orden y buen comportamiento", aseguró. Blunkett veía así allanado el camino para presentar su plan de cinco años destinado a combatir el crimen y asegurar el orden social.

El toque de queda policial afectará a 15 zonas de Londres; la mayoría, áreas comerciales, de copas y boleras que los escolares frecuentan en sus vacaciones veraniegas. Pero también, según la policía, barrios donde cada atardecer florecen el delito menor y las borracheras adolescentes, identificadas como principal detonante de los actos de gamberrismo y vandalismo. "No creo que a ningún padre responsable le gustara ver a sus hijos de 15 años solos en el West End", advirtió Ian Blair, uno de los altos cargos de Scotland Yard.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de julio de 2004