La Sociedad Española de Participaciones Estatales (Sepi), pretende transformar la factoría de astilleros de Puerto Real (Cádiz) en centro de construcción naval dedicado al mercado militar, según fuentes del partido socialista. Una vez culminado el proceso, que exigiría una reforma de las instalaciones y la modernización de los conocimientos de la plantilla, hasta ahora dedicada a la construcción de barcos civiles, la planta podría ser integrada en la nueva sociedad de astilleros militares anunciada por el Consejo de Ministros del pasado viernes.
Con la segregación de Izar de en dos unidades de negocio, una civil y otra militar, el Gobierno pretende liberar al menos a una parte de la actividad naval española del compromiso de pago de 1.100 millones de euros, cantidad que reclama la Unión Europea por ayudas concedidos de manera irregular en 1999 por el anterior ejecutivo del PP.
Según esta estrategia, la multa sería absorbida por Izar, pero se lograría mantener la división militar, la que más garantías de viabilidad tiene. La incorporación del astillero de Puerto Real a la nueva división militar está considerada como la mejor fórmula para salvar la planta, con una plantilla de 1.300 trabajadores. Así mismo, la factoría, absorbería mano de obra el astillero de San Fernando, que tradicionalmente ha estado dedicado a la industria militar. De culminarse con éxito la adaptación de Puerto Real, la factoría podría recibir un contrato de Defensa para la construcción de un barco de aprovisionamiento de combate (BAC).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de agosto de 2004