Ricardo Arregui, médico de la Mutua de Accidentes de Zaragoza, dijo ayer, tras valorar sus congelaciones en los dedos de los pies, que "es prematuro hablar de tratamientos quirúrgicos para Juan Oiarzabal y Edurne Pasabán y que habrá que esperar a ver cómo evolucionan en 30 o 40 días". Sin embargo, no descartó en ninguno de los dos casos las amputaciones. Oiarzabal, concretó, es el más afectado.
Ambos montañeros llegaron en la madrugada de ayer a la ciudad aragonesa, en la que quedaron hospitalizados, tras haber conquistado el pasado lunes, junto a Mikel Zabalza y Juan Vallejo, el K-2 (8.611 metros) cuando se cumplen 50 años de la primera expedición victoriosa, una italiana, a su cima.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de agosto de 2004