El éxodo vacacional ya se deja notar en las calles madrileñas, que ayer aparecían prácticamente desiertas de vehículos. A ese inhabitual vacío de tráfico y transeúntes también contribuyó el calor. La imagen fue tomada ayer por la tarde en el puente de la calle de Eduardo Dato.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de agosto de 2004