Los gobiernos municipales de la sierra de Madrid que están en manos del Partido Popular continúan destacándose por un desprecio absoluto por la sostenibilidad ambiental de unas áreas de la Comunidad de Madrid que contienen las mejores reservas ambientales de la región, como es el caso de los Parques Regionales del Curso Medio del Río Guadarrama y de la Cuenca Alta del Manzanares, ambos entornos que prometen formar parte del futuro Parque Nacional del Guadarrama.
Al nuevo avance del PGOU de Galapagar, aprobado el pasado lunes a instancias del gobierno del Partido Popular, se une ahora el de Las Rozas, aprobado al día siguiente, ambos probablemente con la aquiescencia del Gobierno regional encabezado por Esperanza Aguirre y que deberá aprobarlos.
En ambos casos la falta de información sobre lo que se pretende hacer es la nota dominante, elevando la población de Las Rozas por encima de 130.000 habitantes. El caso de Galapagar no se queda atrás, pues los populares proponen doblar la población para un término municipal que tiene preservado más del 75% de su territorio, prevé la construcción de una carretera por medio del Parque Regional del Guadarrama y concibe un campo de golf como una de las mayores necesidades de un municipio que hoy cuenta con 30.000 habitantes.
Estimo que la prudencia y el consenso deben dominar la aprobación de los Planes de Urbanismo, ya que son las normas elementales por las que se delinea el futuro de unos entornos naturales muy valorados por los ciudadanos y que encajan mal tanto la presión humana como la especulación del suelo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de agosto de 2004