El nuevo plan territorial de Ibiza y Formentera, aprobado por el PP con mayoría absoluta, permite el desarrollo y la urbanización en terrenos rurales, litorales y de monte que habían sido protegidos por el Parlamento de Baleares y por la izquierda en el Consell ibicenco. En 2000 y 2003 se dictaron moratorias sobre muchos ámbitos que se consideraban de valor paisajístico y de interés natural.
El nuevo plan, aprobado el 30 de julio por el Consell Insular y que en dos meses será definitivo, ha sido contestado por la anterior mayoría progresista. En su etapa de gobierno presentó un avance del plan, aprobó las citadas medidas cautelares e impulsó un plan medioambiental, ahora minimizado, para frenar un campo de golf.
La nueva normativa avala la construcción en áreas naturales de especial interés, que había sido vetada durante años por la Cámara balear, y rescata medio centenar de zonas que se convierten en explotables para la construcción y el turismo, cuando estos terrenos habían sido apartados del mercado. Además, se reducen las limitaciones para levantar casas en zonas rurales y áreas especiales.
La presencia en el plenario del Consell y su participación en las votaciones de la consejera del PP Stella Matutes, hija del magnate turístico Abel Matutes, ha sido cuestionada por la dirigente progresista Pilar Costa por entender que el nuevo PTI beneficia a los negocios de Matutes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de agosto de 2004