La construcción del futuro Museo de Colecciones Reales, detenida desde la culminación en julio de 1999 de un concurso previo de ideas arquitectónicas que fue impugnado en fases sucesivas, ha quedado expedita. Así lo interpreta Patrimonio Nacional, la entidad estatal convocante del concurso, tras ser recientemente desestimados sendos recursos interpuestos durante diferentes fases desde aquella convocatoria de ideas. El nuevo museo, presupuestado en unos 100 millones de euros, ocuparía unos 30.000 metros cuadrados bajo cota en un área situada en la zona oeste de la meseta del Palacio Real, entre la catedral de la Almudena y el Campo del Moro. Sus muros permitirán colgar al menos 80 tapices suntuarios de gran formato. El museo albergará, además, una veintena de carruajes regios de los siglos XVII al XIX y pinturas históricas de gran valor.
La historia procesal del concurso arranca de julio de 1999, cuando el fallo de la convocatoria de ideas designó ganadora la propuesta presentada por el estudio Cano Lasso, SL. En abril de 2001, a demanda del arquitecto y concursante Antonio Vázquez de Castro, los jueces establecieron que el procedimiento selectivo había sido equivocado y obligaron a calificar de nuevo a los concursantes, que debían acceder a una segunda prueba.
En noviembre de 2002, ya incorporados los criterios señalados por los jueces, fue elegido ganador el proyecto presentado por el estudio de los arquitectos Tuñón y Moreno Mansilla. La decisión fue recurrida de nuevo por Vázquez de Castro y por el estudio Cano Lasso. Una petición de suspensión de acto administrativo, demandada posteriormente y desestimada en noviembre de 2003, permitió a Patrimonio Nacional encomendar a Tuñón y Moreno Mansilla la redacción del proyecto. Fuentes próximas al estudio Cano Lasso anunciaron, sin embargo, nuevos recursos, informa Fernando Samaniego. Otras alegaciones de supuesta parcialidad y de falta de independencia del jurado, invocadas por los recurrentes, han sido rechazadas, lo cual pone fin a cinco años de dilaciones y hace viable el nuevo futuro museo madrileño, ideado ya en 1936 para exhibir colecciones que figuran entre las más completas del mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de agosto de 2004