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Jordi Oliver, 30 años, Barcelona | FÓRUM DE BARCELONA | Visitantes

La mafia del baile

A lo largo de agosto, El País Cataluña ofrece a los lectores una serie de perfiles de los más variados visitantes y trabajadores que, día a día, pueblan el recinto y las instalaciones del Fórum de las Culturas 2004.

"A todo el mundo le gusta bailar, aunque no lo haga y se quede quieto cuando suena la música", asegura Jordi. Él es técnico de sonido en el espacio de danza y percusión del Fórum, uno de los puntos donde se da "más interacción real y cara a cara" entre el público que visita el recinto. Por allí han pasado percusionistas marroquíes, expertas en la danza del vientre, cracks de la capoeira y bailarines balcánicos. Y todos han conseguido que hasta los más tímidos se animen a probar una nueva danza. Jordi, parapetado tras el escenario, prepara los instrumentos, programa las canciones y cuida de que los micrófonos de los animadores suenen en su justa medida. Ni más ni menos. "Tenemos bastante tiempo muerto entre una y otra sesión, por lo que el contacto con los artistas es bastante personal y aprendes mucho". Estos días, el endiablado ritmo del hip hop hipnotiza a los más jóvenes, que, atentos y entre risas desvergonzadas, se pavonean mientras imitan los certeros gestos de los bailarines.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de agosto de 2004