Michelle se muere de ganas de ir a Nueva York. Es una ciudad que ha visto en multitud de películas y le tiene robado el corazón. Le entusiasman los edificios gigantes, el tráfico, los taxis amarillos y la multitud corriendo sin ton ni son. "Pero tengo un pequeño problema: no sé hablar inglés, así que tendré que aprenderlo", explica. Ella es de Machala, en Ecuador, y sabe que tiene familiares en Estados Unidos, aunque no recuerda exactamente dónde. "También podría aprovechar y, cuando vaya de viaje a la Gran Manzana, ir a verlos", reflexiona.
El caso es que acaba de salir de la exposición Ciudades, esquinas, situada en el Centro de Convenciones, y se ha quedado prendada de la maqueta de Nueva York que se exhibe en su interior. Le impresiona la enormidad de la ciudad y rememora las otras maquetas presentes en este espacio, como la de Tokio y la dde París. Finalmente reconoce que quiere estudiar Arquitectura. "Sé que es difícil, pero lo voy a intentar en cuanto acabe el bachillerato", añade convencida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de agosto de 2004