Como todos los veranos, cuando llega agosto, los informativos de televisión se llenan de accidentes o tragedias de esos que a los telespectadores nos hacen pensar qué mal está España. Esto se hace, por parte de las cadenas, porque se sabe que si no se carga de estos excesivos "sucesos veraniegos" baja la audiencia. Y es que es verdad, a los telespectadores nos gusta el morbo, nos entretiene.
Pero quieras que no, esto se contradice con la retroalimentación que producen en la "violencia doméstica" estos incidentes trágicos. Ya que es sabido por la ciencia psicológica, y corroborado por la estadística, que la emisión reiterada de noticias sobre sucesos violentos alimenta la violencia sea del género que sea.
La ley integral de "violencia doméstica" debería contemplar esto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de agosto de 2004