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Análisis:

El nuevo desafío

Acomodado Ronaldinho, rodeado de compatriotas por todas partes, ningún otro fichaje parece haber gustado tanto en el Barça como el de Eto´o. El único que le puso pegas fue el entrenador, que antes de que le cerraran la boca dejó dicho que veinte millones le parecían mucho dinero. Desde entonces, el precio del delantero ha ido subiendo cada día, convencidos como estaban en el Camp Nou de que cuanto más caro fuera, más les convenía y mejor sería.

A partir de una declaración de amor hacia la zamarra azulgrana, que inevitablemente conllevaba renegar del Madrid, Eto´o se ha ganado al barcelonista militante. La actitud del jugador es determinante para comprender por qué ahora se aplaude la contratación de un futbolista vinculado al Madrid cuando en su día se descartó la incorporación de Morientes por cuanto suponía de ayuda financiera para el rival. La gente del Barça entendió entonces que Florentino quería colarles un suplente y hoy está convencida de que le ha robado a Eto´o.

Laporta nada tiene que ver con Gaspart. El presidente ha colocado al Barcelona en la primera línea mediática mundial. Hoy vuelve a hablarse y para bien del Barça -de Ronaldinho, de Deco, y naturalmente de Eto´o- y su círculo virtuoso es tan efectivo que sólo se recuerda a Trezeguet y Ballack para decirles que se equivocaron al descartar la oferta azulgrana.

Tiene el Barça un presidente acorde con los nuevos tiempos, capaz de pleitear sin triquiñuelas por el club. A Laporta le encantan los desafíos, y de ahí que Eto´o encaje por osado en su proyecto. Aunque el camerunés no es Figo, el jugador que simbolizó el traspaso de poderes en el fútbol español, provoca el mismo sarpullido en el Bernabéu que Luis Enrique. Laporta se siente vencedor por fichar a Eto´o. Encontrarle sitio, es cosa de Rijkaard, quien por cierto tampoco fichó a Ronaldinho.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de agosto de 2004