"Una puede asumir su disminución, pero lo que una no puede asumir es que te releguen al olvido". Loli padeció de polio a la edad de nueve años, y a causa de su discapacidad debe moverse en silla de ruedas. Habla de la necesidad de luchar "por lo obvio, para que no te recorten tus derechos" y de los lustros que lleva reclamando a las administraciones que trabajen por la integración de los discapacitados en la sociedad. Y para esa integración, se empieza por tener capacidad de movimiento. La libertad de ir de un lado a otro sin que nada te lo impida.
"Esta mañana me he levantado y me he puesto muy contenta porque he pensado que iba a coger el autobús [adaptado] y podría desplazarme hasta el Fórum", relata. "Eso es para nosotros todo un triunfo, y significa muchos años de lucha y reuniones", subraya. La intrépida Loli, miembro del Consejo de Personas con Disminución de El Prat del Llobregat, recorre los despachos sobre su silla último modelo pidiendo políticas de igualdad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de agosto de 2004