Los libreros de la cuesta de Moyano decidieron ayer en una reunión dejar provisionalmente su emplazamiento de toda la vida debido a la tortura a la que le someten las obras de construcción de una subestación eléctrica. Ayer se reunieron con la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Trinidad Jiménez, que se comprometió a llevar al pleno una propuesta para que los libreros sean considerados "bien cultural".
Las obras de construcción de la subestación eléctrica de Unión Fenosa, que será subterránea, se han convertido en una molestia permanente en la cuesta de Moyano. Esta subestación sustituirá a la que el incendio del pasado 15 de julio destruyó en la calle de Almadén.
Poco después que empezaran los trabajos, y ante las molestias que debido al ruido y a las vallas sufrían los clientes y libreros, algunos de estos últimos solicitaron al Ayuntamiento un nuevo emplazamiento provisional mientras se realizan los trabajos. El municipio reaccionó ofreciendo a los libreros dos posibles emplazamientos, ambos en el paseo del Prado: frente a la verja del Jardín Botánico y en el bulevar central. Una reunión entre los representantes de los libreros y el Ayuntamiento, que se celebrará hoy, concretará todos los detalles.
La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, se reunió ayer por la mañana con algunos de los representantes de los libreros de la cuesta de Moyano a fin de escuchar sus quejas de primera mano. Entre ellas estaba Ángela Barrios, presidenta de Libris, asociación de libreros de viejo. Al final de la reunión, la edil socialista adelantó que su grupo piensa llevar al pleno municipal una propuesta encaminada a que a estos libreros "se les considere un bien patrimonial y cultural de la capital".
Jiménez añadió que es necesario que el Ayuntamiento incluya la cuesta de Moyano en los planos y promociones turísticas que elabora para promocionar Madrid. También adelantó que estaría de acuerdo con cualquier decisión que los libreros tomaran con respeto al traslado, pero pidió para ellos, sea cual sea su emplazamiento "casetas con luz, agua y servicios". Hoy los libreros se reúnen con responsables del equipo de gobierno del Ayuntamiento y decidirán si, finalmente, se trasladan a la verja del Jardín Botánico o a la parte central del paseo del Prado, justo frente a la pinacoteca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de agosto de 2004