Estudio de Reti. Teoría de Finales, 1929.
A simple vista, este final es muy fácil: el rey blanco captura el peón negro en d6 mientras el monarca negro come el de g4, y entonces el blanco gana el peón de a5 y corona el de a4. La primera mala noticia es que ese plan falla: 1 Rg6, Re7 2 Rf5, Rf7 3 Re4, Rg6 4 Rd5, Rg5 5 R - d6, R - g4 6 Rc5, Rf5 7 Rb5, Re6 8 R - a5, Rd7 9 Rb6, Rc8, tablas. O sea, que la captura del peón d6 sólo sería eficaz si las negras tardasen una jugada más en comerse el de g4. Puede intentarse entonces 1 Rh6, Rf7 2 g5, Rg8 3 Rg6, d5 4 Rf5, Rg7 5 Re5, Rg6 6 R - d5, R - g5 7 Rc5, Rf5 8 Rb5, Re6 9 R - a5, Rd7 10 Rb6, Rc8, tablas otra vez. Bien, intentemos por tanto forzar la coronación del peón blanco: 1 Rg6, Re7 2 g5, d5 3 Rh7, d4 4 g6, d3 5 g7, d2 6 g8=D, d1=D y, a pesar de que las blancas ganan el peón de a5, el final es de tablas teóricas porque el peón restante es de torre y las negras tienen demasiados jaques. Ahora bien, en la última variante, las blancas ganarían si el rey negro estuviera en e6 en lugar de e7, dado que entonces el peón daría jaque al coronar en g8, ganando un tiempo precioso para que el peón blanco se transforme en dama con una jugada de adelanto. Por tanto, hay que encontrar la manera de forzar esa posición. Y, tras unas cuantas vueltas, se descubre que si después de 1 Rg6, Re7 volvieran a jugar las negras, estarían perdidas. ¿Puede lograrse esa posición? ¡Sí! El rey blanco no debe ir a g6 inmediatamente, sino sólo cuando el negro esté en e7. Y eso se logra con una astuta maniobra: 1 Rg5!!, Rf7 2 Rf5, Re7 3 Rg6! (misión cumplida), d5 4 Rf5, Rd6 5 g5, Re7 6 Re5, Rf7 7 R - d5, Rg6 8 Rc5, R - g5 9 Rb5, Rf6 10 R - a5, Re7 11 Rb6, Rd8 12 Rb7, ganando.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de agosto de 2004