Los 430 pasajeros del vuelo de Iberia 6622 procedente de La Habana (Cuba) llegaron ayer a Madrid con 52 horas de retraso a causa de dos averías en el avión, que la compañía no pudo arreglar hasta el viernes, situación que provocó momentos de tensión entre los pasajeros y el personal de la aerolínea.
"Ha sido una auténtica odisea y hubo muchos momentos de tensión por la falta de comunicación e información absoluta de Iberia", declaró a su llegada a Barajas Álvaro Pérez Conesa, uno de los pasajeros afectados. Éste relató que la salida hacia Madrid estaba prevista para el día 18 a las once de la noche y cuando habían facturado las maletas les comunicaron que el vuelo estaba cancelado, "aunque hasta las seis de la mañana no llegamos a los hoteles". "El día 19 nos pasó exactamente lo mismo", agregó este viajero.
Fuentes de Iberia explicaron que el Boeing 737-400 de La Habana a Madrid del pasado miércoles sufrió una avería, por lo que el pasaje fue alojado en varios hoteles a la espera de una pieza de repuesto que llegó de Madrid al día siguiente. La avería fue arreglada pero se produjeron otros problemas técnicos y la compañía llevó de nuevo a los afectados a hoteles de La Habana. El viernes envió otra pieza de recambio y dos mecánicos.
Además, la aerolínea española indicó que otro vuelo de La Habana que tenía que llegar ayer a Madrid fue cancelado por otra avería que "ya está arreglada", y anunció que los pasajeros llegarán a primera hora de hoy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de agosto de 2004