El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enrique Martínez Robles, reafirmó ayer la apuesta del organismo que preside, propietario del grupo naval Izar, por garantizar la actividad en los cuatro astilleros públicos andaluces. Pero adelantó que, en el caso de las factorías de Sevilla y Cádiz, centradas en barcos de uso civil, esa apuesta puede pasar por la privatización.
El máximo responsable de la SEPI confirmó "el interés público de mantener un astillero de reparaciones como el de Cádiz en un lugar tan estratégico para el comercio marítimo", pero a continuación indicó que está en estudio la viabilidad del astillero gaditano "mediante un modelo de financiación privada". Martínez Robles aseguró que "de momento, no hay oferta" por los astilleros de Cádiz.
En cuanto a Sevilla, el presidente de la SEPI mantuvo que sí existe una oferta de compra de la planta. Martínez Robles aseguró que la propuesta, "que ya conocen los sindicatos", está "pendiente de debate" y anunció que "siempre que sea favorable para la actividad y para el trabajo, la SEPI la aceptaría". Fuentes del comité de empresa indicaron que la oferta es de la firma privada Astilleros de Huelva, pero mostraron su rechazo total a esta posibilidad.
Los astilleros de Sevilla y los de Cádiz son las dos factorías andaluzas que, de no ser privatizadas, podrían quedarse en Izar como parte del negocio de la construcción naval civil, mientras que Puerto Real y San Fernando se incorporarían a la nueva empresa pública que concentrará el negocio militar. La SEPI debe hacer frente a una situación crítica, por los malos resultados de Izar y la obligación de devolver 1.100 millones de euros en ayudas públicas que la Comisión Europea considera ilegales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de agosto de 2004