Tras publicar ustedes la carta firmada por María C. Herrero, no puedo por menos que sumarme a la queja de esta lectora sobre la degradación que hemos sufrido en la calle de Valverde y sus alrededores. No creo que el problema de la prostitución se solucione así.
Lo único que se logra es intentar "limpiar" la Puerta del Sol y la calle de la Montera en la época más turística de Madrid. La política se limita a "esconder" en calles adyacentes a estas mujeres. El oficio se sigue realizando y, hasta es curioso observar, cómo los policías locales avanzan hasta una esquina y el grupo de prostitutas se repliega hasta la de más abajo. Luego vuelta a empezar.
También me gustaría conocer el coste real de la permanente presencia de policías locales en la calle de la Montera, ya que hemos llegado a comprobar que se han instalado algunos días hasta cinco coches patrulla en la acera que hace esquina con Caballero de Gracia.
Considero que sería más realista y menos hipócrita regular la prostitución en vez de mantenerse en el conservadurismo más ultra con la coartada de que se trata de evitar la esclavitud de la mujer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de agosto de 2004