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El candidato de Putin, favorito en las elecciones de Chechenia

La policía rusa confirmó ayer, cuatro días después de los dos accidentes aéreos que costaron la vida a 90 personas, que los siniestros fueron causados por bombas que estallaron a bordo de los aviones. Ayer fueron encontradas huellas de explosivos entre los restos del avión que volaba a Volgogrado después de que el viernes se hallaran evidencias de atentado en los alrededores del lugar donde cayó la aeronave que se dirigía a Sochi. Las investigaciones de las fuerzas de seguridad conducen a la pista de dos terroristas chechenas, que prepararon las bombas en lavabos del aeropuerto moscovita de Domodedovo. Las pesquisas coinciden con la víspera de las elecciones presidenciales de Chechenia de hoy.

Hoy los chechenos deben elegir nuevo presidente después de que el anterior líder prorruso, Ajmad Kadírov, pereciera en un atentado con bomba el 9 de mayo pasado. Los candidatos son siete, pero prácticamente nadie duda de que el vencedor será el general Alú Aljánov, el hombre al que el Kremlin ha apoyado abiertamente.

Mientras tanto, la situación en Chechenia está lejos de ser tranquila. A un día de los comicios extraordinarios, fue descubierto un grupo de guerrilleros que había montado una pequeña factoría para fabricar explosivos en el pueblo de Sernovodsk. Como resultado de la operación realizada por un cuerpo de élite de la policía chechena del régimen promoscovita, pereció un agente y un separatista. En tres otros puntos de la pequeña república norcaucásica se produjeron breves enfrentamientos, que no dejaron víctimas mortales.

Los independentistas extremistas, que combaten a los rusos, continúan teniendo una importante capacidad militar. Así lo demuestra la sangrienta incursión a Ingushetia, comandada por Shamil Basáyev en persona, el hombre más buscado en Rusia. En aquella ocasión los guerrilleros lograron tomar la sede de la policía, uno de los edificios más militarizados de la vecina república, y lanzaron una verdadera caza contra los "colaboradores de los ocupantes", que dejó más de 60 muertos y más tarde provocó por parte de Putin una purga entre los responsables militares, policiales y de seguridad. Hace una semana, los guerrilleros estuvieron a punto de repetir el guión, esta vez en Grozni, la capital chechena. Según fuentes no oficiales, las víctimas ascendieron a más de cien, aunque las autoridades se han esforzado por ocultarlo.

Ningún moderado

Ayer ya no hubo propaganda electoral al prohibirlo la ley y la televisión local decidió suspender todos sus informativos para que los periodistas no pudieran hacer proselitismo político ni siquiera por casualidad. Los chechenos tienen la posibilidad de elegir su nuevo presidente sólo entre candidatos prorrusos. No hay ningún partidario moderado de la independencia. Como durante los comicios anteriores, cuando ganó Kadírov, los pretendientes con verdaderas posibilidades de hacer la competencia al favorito del Kremlin no han podido registrarse.

Aljánov, de 47 años, fue nombrado ministro del Interior bajo Kadírov y a la muerte de éste sus partidarios decidieron que era quien debía sucederle. Putin lo consagró al recibirlo en el Kremlin.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de agosto de 2004