Las medidas de seguridad en los aeropuertos rusos han sido reforzadas después del doble atentado terrorista, y al personal que revisa los equipajes y pasajeros ya se le han unido agentes del Ministerio del Interior. Estos grupos mixtos funcionarán provisionalmente hasta que se apruebe la ley por la que se traspasará, de acuerdo a una decisión tomada por el presidente, Vladímir Putin, a esa institución policial la seguridad en todos los aeropuertos del país. Esto permitirá, entre otras cosas, tener acceso rápido a la base de datos de la policía y los órganos de seguridad para comprobar el expediente de los sospechosos.
Mientras tanto, todos los vuelos de compañías aéreas rusas serán acompañados por cazas cuando entren en el espacio aéreo norteamericano, para evitar que presuntos terroristas que puedan ir a bordo atenten contra blancos estadounidenses. La Casa Blanca, según el diario The Washington Post, ha decidido endurecer las normas de seguridad para los rusos, a los que también les ha exigido la presencia de agentes armados en los aviones. Por de pronto, una aeronave de Aeroflot ya fue escoltada por cazas cuando se acercaba a Los Ángeles y para mayor seguridad debió utilizar una ruta desusada, sobre el océano, para llegar al aeropuerto. La escolta de cazas se aplicará, además de en Los Ángeles, en los aeropuertos de Nueva York, San Francisco, Seattle y Washington.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de agosto de 2004