Hace pocos días, los medios de comunicación nos dieron a conocer la noticia de que Manuel Díaz, El Cordobés, va a torear en la plaza de Marbella una corrida en beneficio de las mujeres que sufren maltrato.
Así pues, el famoso matatoros se ofrece para algo que no se sabe muy bien qué es, haciendo lo que el sabe hacer muy bien: torturar, maltratar, matar a unos seres sensibles que también sufren.
El Cordobés dio una rueda de prensa para anunciar su decisión. Dijo: "No quiero ser protagonista de nada. Sólo quiero concienciar a las personas que se creen superiores por el acto de pegar, lo que no es más que un acto de cobardía".
"Estas buenas gentes del toro", como llamó una vez a los toreros un taurocronista, dan prueba constante de su buen corazón. No es nueva esta costumbre de organizar corridas, es decir, matanzas para obras de beneficencia. Estos sacerdotes del ceremonial sádico son capaces de demostrar lo sensible que son ante los casos de violencia doméstica. ¡Señoras maltratadas: hagan cola que vamos a distribuirles las ganancias de esta corrida!
Por su parte, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Marbella Carlos Fernández, quien estaba también allí como siempre, aprovechando para salir en la foto, añadió: "El Cordobés es un ejemplo para la juventud por su valores reales" (¿?). ¡Menudo ejemplo para la juventud! ¡Vaya jeta que tienen algunos!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de agosto de 2004