El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, manifestó ayer que no creía posible, ni siquiera conveniente, que todos los grupos políticos lleguen a consensuar sus respectivas conclusiones extraídas de las comisión parlamentaria sobre el 11-M, pero sí se mostró partidario de que, "por prestigio", intenten alcanzar un acuerdo sobre las recomendaciones que deben formular. "Si no se logra, no sólo tendríamos un problema de imagen, sino uno grave de legitimación de la comisión porque responde a la necesidad de establecer un debate público sobre las responsabilidades", señaló. Llamazares explicó que las conclusiones y recomendaciones seguirán siendo válidas aunque no comparezca José María Aznar, ex presidente del Gobierno, pero apuntó que su ausencia dañará la imagen de la comisión ante la opinión pública. "Desde este punto de vista, no deja de ser un traspiés, y poco explicable, que Aznar no comparezca", opinó.
Por su parte, José Blanco, secretario de organización del PSOE, declaró que, tras haber comparecido los máximos responsables del Gobierno del PP en la gestión frente a los atentados, la posible presencia del ex presidente José María Aznar "no va a aportar ninguna luz". En caso contrario, apostilló Blanco, "el PSOE ya habría pedido su comparecencia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de agosto de 2004