La gestión de la tasa del DNI recibe el peor varapalo, e incluso una denuncia de alcance por desaparición de dinero público. El diagnóstico global es el siguiente: "El control interno establecido sobre el proceso de gestión y recaudación de esta tasa es muy deficiente". Un único funcionario revisa todas las liquidaciones declaradas por cada comisaría y sus recibos de ingreso en bancos. El informe considera laboriosa e inútil tal tarea porque coteja datos con igual origen, en lugar de contrastarlos con los registros informáticos. Al hacer tal cruce, el tribunal halló elementos muy graves en una comisaría madrileña:
-Retrasos notables entre el cobro de la tasa y su ingreso en banco, que debe hacerse en la misma jornada. Sin embargo, se dilataba hasta 177 días.
-El Tribunal halló diferencias entre 10 de tales pagos retrasados y lo realmente ingresado en banco: se omitieron tasas por 1.493 euros, "de las que no existe constancia de haber sido ingresadas."
-El informe detectó la falta de ingresos de la recaudación de la segunda quincena de diciembre de 2001 de dicha comisaría. La base informática chivó que en ese periodo se tramitaron 617 documentos, por los que se ingresaron 4.193 euros. El equipo auditor intentó esclarecer si se ingresó en cuenta con retraso. Y halló que en enero hubo un exceso de unos 2.000 euros. No hubo más incrementos por lo que "no existe tampoco constancia del ingreso de los 2.165 euros restantes". Por todo ello, el Tribunal dio cuenta a la fiscalía de dicho organismo, por si fuera constitutivo de un presunto alcance (uso indebido de fondos públicos).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de agosto de 2004