El Ministerio de Fomento inició el pasado julio la excavación del denominado segundo túnel de la risa, una megaobra que enlazará en el futuro las estaciones de Atocha y de Chamartín. Las obras durarán al menos un año y costarán, según las previsiones de Fomento, 95,6 millones de euros.
Actualmente, las obras no afectan mucho al tráfico. No así al peatón, ya que en la glorieta de Carlos V las vallas y los trabajos impiden al caminante cruzar la glorieta o acceder a la vieja estación. Los automóviles sólo pierden un carril en la glorieta y otro en la calle de Atocha. Un portavoz del Ministerio de Fomento aseguró que los trabajos proseguirán a ese ritmo y que, por lo menos hasta fin de año, no van a significar ningún descalabro, ni para el automovilista ni para el comerciante de la zona de Centro.
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En la Puerta del Sol o en Gran Vía, estas obras, en la actualidad, son imperceptibles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de agosto de 2004