Los ciudadanos residentes en la región madrileña que deciden establecerse en otras comunidades prefieren hacerlo en Castilla-La Mancha (22.158 personas), según el informe estadístico Movimiento migratorio de la Comunidad de Madrid de 2002. Esto es achacable a dos motivos, según el consejero de Economía, Fernando Merry del Val: por un lado, la migración por cambio de residencia a nuevos asentamientos en municipios cercanos a Madrid como consecuencia de la expansión urbanística, y por otro, el retorno de personas mayores a sus lugares de origen. Sin embargo, en 2002 fueron más las personas que se marcharon de la región (79.869) que las que llegaron (61.761). Toledo (11.351) y Guadalajara (6.935) recibieron en 2002 el 23% de los emigrantes de Madrid. Alicante y Barcelona, con 6.060 y 4.664 personas respectivamente, recibieron después de las dos anteriores cantidades importantes de madrileños, que también se asentaron, pero en menor medida en provincias como como Valencia, Baleares, Málaga o Murcia.
Los madrileños que abandonaron la región en 2002 para marcharse al extranjero eligieron como destino los siguientes países: Reino Unido (1.082), seguido de Estados Unidos (881), Francia (515) y Alemania (452). Otros países de destino fueron Irlanda (300) o Italia (293). También hubo extranjeros que decidieron regresar a sus países de origen: Ecuador (377), Colombia (277) y México (223). En cuanto a las migraciones en el interior de la región, el 69% de las personas cambiaron su residencia desde Madrid capital hasta la corona metropolitana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de agosto de 2004