Pekín, la sede de los Juegos de verano de 2008, recibió ayer la bandera olímpica con una emotiva ceremonia -en la foto, dos deportistas la desdoblan con mimo bajo un cartel de bienvenida- en su aeropuerto. El gigante asiático se está preparando concienzudamente para organizar el mejor evento de la historia. En el plano deportivo acaba de demostrar en Atenas su pujanza actual y la potencial con 32 medallas de oro -en total, ha sumado 63-, sólo tres menos que Estados Unidos, el líder del medallero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de septiembre de 2004