De cuevas de leones enlazado amo tu templo, Salomón,
tu trono de decisiones, tu mágica silla de sabiduría,
la del diente de león y la valeriana,
la que se eleva sobre la enfermedad y la esperanza de muerte.
Hemos recorrido valles y páramos solitarios,
hemos dejado atrás las ciudades y los palacios
porque en ti está el centro y el centro es nuestro único soporte,
nuestro equilibrio en estas noches de eterno desasosiego.
Atravesamos el fuego por las montañas de niebla,
nos sacrificamos en las pacíficas islas de cristal
para llegar aquí y conocer tu libro.
No vamos ahora a desalentarnos,
no más noches de dulce tibieza,
queremos la lectura y la práctica,
queremos ejercitarnos en el desasimiento.
Estás sentado sobre la nada de la riqueza
y adornan tus pensamientos diamantes blancos y amatistas,
esmeraldas de Nôtre Dame y Sherezade,
piedras y sillares sostienen tu sabiduría.
De la vena del oro de las Médulas te ofrecemos
las llamas rojas de nuestros corazones,
el palpitar de esta tierra ocre si nos hablas.
Nostalgia y soledad es tu trono, paraíso cerrado para muchos
tu asiento de sabiduría.
Hoy nos vamos y, como en El último emperador,
todo termina en un jardín abierto para pocos.
Julia Barella (León). Es autora de CCJ en las ciudades (Huerga & Fierro). El poema publicado pertenece al libro Esmeralda que publicará El Gaviero Ediciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de septiembre de 2004