Integración de los inmigrantes, sí. Pero que el "elemento cultural central e integrador de la sociedad sea el del propio país", como en Francia, por ejemplo. El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol volvió a hablar ayer de gestión de la inmigración. Su intervención ayer en el diálogo del Fórum levantó una gran expectación después de sus declaraciones de hace 10 días en las que afirmó que "el mestizaje" podría ser "el final de Cataluña".
En la intervención de ayer evitó la palabra mestizaje y abogó por un "equilibrio entre los derechos y los deberes" de los inmigrantes y la población local para referirse a la situación ideal en los países que afrontan oleadas migratorias. "La conservación de la propia forma de ser es un derecho", dijo, y alertó de que esta es una cuestión que "preocupa" y sobre la que "hay una gran inquietud en Europa". "Esto no se puede ignorar en nombre de principios pretendidamente progresistas", señaló.
Como el resto de ponentes del diálogo, Pujol citó las posibilidades de desarrollo que ofrece la inmigración, tanto en los países de acogida como en los emisores de flujos, por las remesas que envían los inmigrantes y la "nueva mentalidad" que aportan en su regreso.
En este sentido, el ex presidente Pujol sugirió que "los países ricos estimulen el retorno
con ayudas a las iniciativas empresariales a los que tengan voluntad de volver".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de septiembre de 2004