Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

El edil de Coslada quiere expulsar a los 70 vecinos que se pelearon con la policía

El alcalde de Coslada, Raúl López, del PP, anunció ayer que solicitará al Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) y al Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS) "la expulsión inmediata de las familias y personas que hayan intervenido en los lamentables incidentes" ocurridos el pasado miércoles, cuando 20 policías y unos 70 vecinos de un inmueble del IVIMA en Coslada, de etnia gitana, se enzarzaron en una batalla campal.

Los incidentes se produjeron en la calle de Díaz del Castillo durante una celebración del vecindario por la excarcelación de uno de los vecinos y terminó con nueve heridos, seis de ellos agentes de policía, y siete detenidos (ver EL PAÍS de ayer).

El alcalde de Coslada anunció que se ha puesto en contacto con la Delegación del Gobierno para que intensifique la vigilancia policial en la zona y también ha solicitado al gerente del IVIMA que instale una valla en el perímetro de viviendas afectadas para que sólo haya un acceso peatonal.

El alcalde recordó que en el pasado ya ha mostrado su "preocupación al IRIS y al IVIMA por los problemas de convivencia e inseguridad de la zona como consecuencia de la masificación en este bloque de familias realojadas, todas ellas pertenecientes a un mismo clan".

El ex alcalde del PSOE de Coslada, Juan Granados, acusó el pasado jueves al actual regidor de ser el responsable de la conflictividad en la zona por su "incapacidad de tomar una decisión al respecto" y por su "dejadez ante el centenar de denuncias que ya se han presentado contra los miembros de cuatro familias".

Ayer López le devolvió la acusación. "Estos lamentables incidentes son producto de la dejadez del anterior gobierno municipal del PSOE e IU, que desvirtuaron el proyecto social originario del edificio, destinado al realojo de gente joven de Coslada con escasos recursos", afirmó López. Éste añadió que el PSOE permitió "la masificación de familias realojadas del IRIS pertenecientes a un mismo clan".

Los vecinos del inmueble llegaron a él hace dos años desde el Pozo del Huevo y otros poblados marginales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de septiembre de 2004