Los tres centros de menores de Almería acogen a 154 de los 586 menores recluidos por haber cometido algún delito en Andalucía. La Consejería de Justicia destaca de los internados almerienses su "éxito de reinserción". Sólo un 1% de los internados son mujeres y para ellas existe un centro en Cádiz que alberga a 30 jóvenes. También en esta provincia se encuentra el único centro terapéutico para disfunciones mentales.
La Consejería de Justicia destaca que los centros persiguen la reinserción social de estos menores, cuyas edades oscilan entre los 14 y 18 años, a través de programas específicos. El menor infractor debe cumplir pena privativa de libertad, pero trabajando de forma simultánea para que éste enderece su vida.
La inversión para que estos jóvenes logren integrarse social y laboralmente es mucha; no sólo económicamente, sino también en medios materiales y humanos. Psicólogos, educadores, trabajadores sociales y pedagogos trabajan para conseguirlo durante las 24 horas del día. Sólo en los casos más leves se buscan medidas alternativas al internamiento, como los pisos de convivencia o un seguimiento diario hecho por equipos de trabajo en régimen abierto, como el que hace Mensajeros de la Paz en Almería.
Justicia no considera significativo el número de menores extranjeros privados de libertad ni el entorno social en el que crecieron. Hay recluidos menores de todas las capas sociales y de las más diversas condiciones.
La Consejería de Justicia hace hincapié en que las medidas que se llevan a cabo con estos menores son las más adecuadas y que la previsión es aumentar el número de centros y de plazas. Fuentes de la Junta advierten de que "la percepción con respecto a los menores es que hay total impunidad, cuando no es verdad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de septiembre de 2004