El PSOE ultimaba anoche sus conclusiones provisionales de la comisión del 11-M. Los socialistas insisten en una tesis que, previsiblemente, reiterarán cuando mañana se vuelva a reunir la comisión: es hora de dar por cerrada la investigación y buscar el consenso en el marco de un pacto contra el terrorismo islamista. El PP, al menos públicamente, insiste en que pedirá más comparecencias. Ambos grupos siguen buscando un acuerdo.
"Esto cada vez se parece más a una partida de mus", ironiza Gaspar Llamazares, el coordinador general de Izquierda Unida. "Todos se miran, y nadie se atreve a echar el primer envite, a cargar con el muerto de cerrar la comisión sin que comparezca [el ex presidente José María] Aznar. Nadie quiere pagar esa factura política, aunque está claro que ni el PSOE ni el PP, cada uno por sus motivos, tienen ningún interés en que venga", insiste el líder de IU, a su vez miembro de la comisión y contrario a que se cierren ya los trabajos.
La posible comparecencia de Aznar es la decisión que trae de cabeza a los dos grupos mayoritarios, y la que más impacto tiene en la prensa, pero en realidad el trabajo que ocupa estos días a los diputados de la comisión es la elaboración de conclusiones. Sólo Izquierda Unida ha hecho público su texto provisional.
Los socialistas ultimaban anoche su documento, que sufrirá hoy los últimos retoques. La idea inicial era dividirlo en tres bloques. Uno, los antecedentes; esto es, los datos que hacían pensar en la posibilidad de un atentado del terrorismo islamista en España. Otra parte, la más polémica, será el análisis de lo que sucedió desde el atentado hasta las elecciones, y especialmente la conclusión, basada en las comparecencias, de si el Gobierno del PP mintió o no a la opinión pública.
Por último, los socialistas preparan un detallado estudio de las medidas necesarias para mejorar la seguridad contra el terrorismo islamista, que políticamente se enmarcan en la oferta al PP para ampliar el pacto contra ETA a esta nueva amenaza.
En las dos primeras partes, se da por supuesto que será muy difícil un acuerdo con el PP. De hecho este último partido, aunque se niega a presentar sus conclusiones porque dice que hay que seguir investigando, ya tiene preparado un texto en el que concluye que el Gobierno "dijo la verdad en todo momento".
Rubalcaba y Zaplana
Pero sí podría consensuarse la última parte del dictamen, la que habla del futuro. De momento, los dos partidos siguen buscando el acuerdo principal, que supondría dar carpetazo cuanto antes a la comisión, pero no lo han logrado. Esta negociación la llevan directamente los dos portavoces parlamentarios, Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) y Eduardo Zaplana (PP). Ambos parecen estar de acuerdo en lo fundamental, que es la necesidad de cerrar, pero no quieren asumir la responsabilidad.
El PP insiste, especialmente a través de su portavoz en la comisión, Vicente Martínez Pujalte, en que son los socialistas quienes tienen que tomar las decisiones con su mayoría. Eso incluye rechazar con los votos del PSOE las comparecencias pedidas por el PP en la última reunión, del 29 de julio; especialmente, las del ex secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, de los confidentes, de directores de medios de comunicación y algunos presuntos implicados en las manifestaciones contra el PP del 13 de marzo. El PP insiste en que eso tiene que votarse, y la principal exigencia socialista para llegar a un pacto es precisamente que retiren esas comparecencias.
Los grupos minoritarios, en esta ocasión, se colocan más cerca de las tesis del PP que de las socialistas. Ninguno de ellos apuesta por cerrar la comisión. Joan Puig, de ERC, el primer grupo que pidió la comparecencia de Aznar, no admite que éste no comparezca. Por eso dice que su grupo sólo ha preparado unas "notas generales" y no conclusiones, a la espera de que se decida seguir trabajando. Emilio Olabarría del PNV, señala que la comisión debería trabajar al menos un mes más.
Incluso los grupos minoritarios admiten la complicación política de que los trabajos se solapen con el Congreso del PP, previsto para el 1, 2 y 3 de octubre. Jordi Jané, de CiU, apuesta por unas conclusiones consensuadas. Lo que nadie vislumbra como probable es que los minoritarios fuercen votaciones que destrocen la estrategia del PSOE para cerrar la comisión. La mayoría augura que, aunque cueste, socialistas y populares alcanzarán finalmente un pacto que ampliarán a los demás.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de septiembre de 2004