No me siento ni el maestro de la sospecha, título que recibió -creo- el genial Sigmund Freud, el inventor del psicoanálisis, y tampoco me identifico con el famoso teniente Colombo. Pero se me ocurren preguntas estúpidas de aquellas que soltaba el teniente de la gabardina manchada, que solían remover ciertos hilos del caso.
El hecho es que el alcalde de Fuente Palmera encargaba a QRS Auditoría, SL -debía ser por enero de este año- que hiciera una auditoría de las cuentas municipales de los últimos años del período socialista. Pero QRS ha ido demorando la entrega de su trabajo. Y de ese trabajo depende un plan de saneamiento de las arcas municipales.
¿Tan grande era el desorden que había en el Ayuntamiento -como declaró en su día el anterior secretario ante los jueces- que no hay modo de hacer un informe, ni siquiera del desorden? ¿Es que hay intereses creados que hacen demorarse continuamente a los auditores? ¿Es que da miedo que salga a la luz lo que han visto los auditores? ¿Pero quién tiene miedo? ¿Los auditores?
Más preguntas: ¿por qué razón en el último pleno de la Corporación municipal el Partido Socialista -que dice tener un gran interés en que las cuentas se conozcan- y el Partido Popular -que no tiene al parecer menos interés- se opusieron a que la Cámara de Cuentas auditara las del Ayuntamiento de Fuente Palmera? El PP aludió a que habría que esperar a que se conozca el resultado de la auditoría solicitada a QRS. Pero, ¿quién es a estas alturas capaz de ponerle fecha? Y, finalmente, ¿quién audita a los auditores?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de septiembre de 2004