Los terroristas que tomaron la escuela de Beslán tuvieron una dura discusión, sobre si continuar con el secuestro o huir, poco antes de la serie de explosiones que desencadenaron el sangriento final de la crisis, según una grabación obtenida por los servicios secretos rusos. Esta cinta y el testimonio de uno de los terroristas capturados han arrojado nuevos datos sobre la identidad de los jefes del comando, sus vínculos con destacados líderes separatistas chechenos y sus motivaciones. Así lo confirman las declaraciones de Aslanbek Aslajanov, el principal consejero sobre Chechenia de Vladímir Putin.
De acuerdo con la información suministrada por Aslajanov, los cuatro cabecillas del comando, todos ellos muertos, componen un grupo representativo de la diversidad étnica de la región. El conocido como Abdullah es un osetio llamado Vladímir Jodoyev que en el pasado luchó en las filas del comandante checheno Shamil Basayev, incluido en las nóminas de terroristas de EE UU y la ONU. De otro, apodado Fantomas, se sabe que trabajó como guardaespaldas de Basayev, pero Moscú no tiene claro si su origen es ruso o checheno. El Coronel parece ser un ruso que muchos de los rehenes recuerdan como un habitual del gimnasio. Pero ha sido el cuarto el que ha suscitado la mayor atención. Magas se dio a conocer al frente de la Yamaat Ingush, un grupo aliado de la guerrilla chechena que participó en los raids que el pasado junio mataron a 90 personas
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de septiembre de 2004