El jueves Chaves decía en el Parlamento que apoyaba la privatización de Astilleros porque "es la negociación y no hay otra vía". Esta categórica afirmación era impensable cuando, con el PP en el Gobierno, Chaves se parapetaba detrás de las pancartas de los astilleros, les pagaba autobuses para ir a Madrid, y adquiría el compromiso de garantizarles trabajo ante lo que consideraba fácilmente solucionable. Pero ahora, con el PSOE en el Gobierno, donde dije digo, digo Diego.
Fue en el Parlamento donde uno de los trabajadores, que seguía la sesión desde la tribuna de invitados, increpó al presidente llamándole antiobrero. Y fue entonces cuando a Chaves, que dice presidir un partido con la O de obrero y la E de español, se le cambió la cara. Pero no el discurso. Ya sabemos que al Gobierno, cuando es el del PSOE, ni se le rechista; y que el PSOE ya no es ni obrero ni español.
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González, en 1995, ya planeaba la privatización de la industria naval. Entonces Chaves demandaba al Gobierno que saliera de las urnas que arreglara el problema. Ése fue un gobierno del PP, que en ocho años ha mantenido la carga de trabajo y no ha dejado que se perdiera ni un solo empleo. Chaves afirma que Izar podría estar en quiebra total. Así será si Zapatero no se planta en Bruselas, recurre los expedientes y apuesta por mantener nuestro estratégico sector naval. Zapatero, con Solbes y Martínez Robles (del gobierno de 1995) sólo ha tenido que retomar su guión y ahora se van a cargar los astilleros de forma definitiva. Me pregunto por qué Chaves, que ya liquidó San Carlos e Intelhorce cuando Martínez Robles era secretario de Hacienda y Solbes ministro de Economía (¿les suenan?) no apuesta por astilleros como hizo con Santana o Cárnicas Molina.
Entre 1983 y 1996 se perdieron 7.500 de los 10.000 empleos de los astilleros andaluces. Justo cuando Chaves era ministro de Trabajo. En estos años en los que ha hecho de la confrontación el paradigma de su acción política, Chaves incluso reclamó las ayudas que concedió el PP y de las que ahora reniegan los socialistas, rechazando recurrir el expediente de Bruselas. Todo ello para dejar morir deliberadamente al sector naval público y justificar su liquidación. Porque a sus nuevos aliados (Francia y Alemania), ni tocarlos. El PSOE se va a cargar astilleros merced a uno de esos cheques pendientes que tienen con los socialistas franceses, alemanes y daneses, cuyos astilleros, seguro, acabarán asumiendo la carga de trabajo que el Gobierno va a robar a los andaluces. Chaves ha estado todo el verano ausente e indiferente a las protestas de los Astilleros, descansando en las limpias playas gallegas mientras se le quema Andalucía. Ahora arden las barricadas. Mañana lunes se reúne con los sindicatos y no les engañará. Los alcaldes de la comisión del sector naval no hemos tenido vacaciones. Nuestra obligación era defender lo que, como Boabdil, no sabe defender Chaves.
Teófila Martínez es presidenta del Grupo Popular.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de septiembre de 2004