Tres personas murieron ayer en sendos accidentes de tráfico ocurridos en carreteras de la región. La jornada previa al inicio del curso escolar se despidió con retenciones en las carreteras de Burgos, A Coruña y Extremadura.
El primero de los siniestros mortales ocurrió a medianoche del sábado al domingo, en la A-1 (carretera de Burgos) a la altura de El Molar. Un hombre de 77 años perdió el control de su vehículo, "posiblemente al sufrir una dolencia súbita", y chocó contra la valla de protección, según informó un portavoz de la Dirección General de Tráfico. Murió en el acto.
Horas más tarde, a las 6.00, un joven de 23 años que conducía un BMW a gran velocidad por la A-5 (carretera de Extremadura) se salió de la vía al incorporarse a la M-40, a la altura de Alcorcón, y se estrelló contra una farola. Quedó atrapado en el amasijo de hierros en el que se convirtió su turismo. Hasta el lugar se desplazó un equipo del Summa 112, que no pudo hacer nada para reanimarlo.
A las dos de la tarde, una mujer de 34 años moría también a consecuencia de las graves heridas sufridas cuando el turismo que conducía chocó por detrás contra otro vehículo en el kilómetro 22 de la A-2 (carretera de Barcelona), a la altura de Torrejón de Ardoz. La mujer quedó atrapada entre los hierros del automóvil, con un fortísimo golpe en la cabeza que le hizo entrar en parada cardiorrespiratoria. Los médicos del Summa 112 trataron de reanimarla durante más de 45 minutos, pero finalmente sólo pudieron certificar su muerte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de septiembre de 2004