La opinión de la mayoría de los habitantes de El Albir es que el Ayuntamiento de l'Alfas del Pí hace oídos sordos a lo que los vecinos pedimos: que se mantenga su tranquilidad. Hay una permisividad para que estén abiertas cafeterías con música hasta altas horas de la noche con o sin licencia. Sorprende, que aún denunciando a estos establecimientos, no haya contestación. La policía parece hacer la vista gorda ante las motos que a altas horas de la noche circulan con ruidos ensordecedores. Y es desagradable ver cómo se encuentra El Albir. El cauce del río del bulevar de los músicos se ha convertido en un rastro; se nota abandono general, trampillas de agua hundidas, calles sin luz y sin asfalto, socavones... Pensad, políticos, que el turismo demanda más calidad y puede mirar hacia otro lado. No concozco a ningún político de l'Alfàs, lo que precede, si es crítica, lo será para todos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de septiembre de 2004